Cobertura pública para productos de cannabis medicinal: una estrategia saludable

cannabis latam

Por Esteban Rossi I., Ph.D., Analista, New Frontier Data

A medida que madura la industria legal del cannabis, varias jurisdicciones han buscado expandir la cobertura de los seguros públicos (seguridad social) para incluir la  los productos de cannabis medicinal. La inclusión de estos productos depende de tres factores: un marco regulatorio sólido; apoyo gubernamental; y canales de distribución sólidos donde los médicos pueden recetar y monitorear los resultados clínicos para los pacientes. Dado que la flor de cannabis y las formulaciones genéricas son más baratas de producir y distribuir, la inclusión del cannabis medicinal en los sistemas de seguros públicos ofrece importantes beneficios económicos para los pacientes y el estado.

El proceso regulatorio

En los últimos años, numerosos países han establecido pautas para garantizar el acceso de los pacientes al cannabis medicinal. Las pautas describen los estándares para la fabricación y distribución de flor de cannabis, formulaciones genéricas y productos terminados (ej. Fito-medicamentos). Posteriormente, los reguladores deben implementar mecanismos adecuados para monitorear la producción y las prescripciones de cannabis, evaluar los resultados clínicos y desarrollar una comprensión detallada de la estructura de costos de la cadena de valor (por ejemplo, desde la semilla hasta el paciente).

Al principio, garantizar estándares de grado médico para la flor de cannabis, sus derivados y preparaciones magistrales (o tinturas) parece complejo, pero no es necesariamente así. Como lo demuestran múltiples empresas en América Latina, es completamente factible producir en masa derivados y preparaciones magistrales (es decir, formulaciones personalizadas) a bajo costo. Sobre esa premisa se desarrolló el marco legal colombiano para uso medicinal, delineado en el Decreto 613 (2017) y el Decreto 811 (2021). Posteriormente, y a pesar de algunos retrasos, resultó ser el más adecuado.

Después de completar el proceso legal y regulatorio junto con la curva de aprendizaje médico, las autoridades sanitarias pueden proceder a incluir el cannabis medicinal en el sistema de seguro público. Países pioneros como Alemania, República Checa, Italia, Alemania y Colombia, respectivamente, hicieron esfuerzos importantes para acelerar el proceso de expansión de la cobertura para los pacientes de cannabis. Los resultados indicaron que la cobertura pública ampliada benefició a los pacientes, especialmente a aquellos con opciones terapéuticas limitadas, y ofreció a los inversionistas una perspectiva más precisa del tamaño del mercado y la tasa de crecimiento. En la República Checa, la cobertura de seguros comenzó en 2020, lo que aumentó las ventas de flor más de 3 veces, desde 16 kg en 2019 a 66 kg en 2020. El número de prescripciones también refleja la tendencia, aumentando más de 2.4x de 4.125 kg en 2019 a 14.167 kg. en 2020.

En Italia, el seguro público cubre los productos médicos distribuidos en las farmacias hospitalarias, estos productos se importan principalmente de los Países Bajos. Las cifras indican un fuerte crecimiento, pasando de 25 kg de flor en 2014 a 215 kg en 2020. Alemania, a su vez, sigue siendo el mercado más grande y quizás más prometedor con una cobertura de seguros que comprende aproximadamente el 90% de la población. En 2020, los médicos alemanes emitieron aproximadamente 340,165 recetas y reembolsos del seguro médico público, por un valor de € 165,259,927 (es decir, $ 195,1 millones de dólares). Sin lugar a dudas, en los últimos tres años, el caso alemán se ha convertido en un testimonio de las oportunidades, los desafíos y la publicidad que rodea a los mercados medicinales.

Dividendos dobles

La experiencia reciente sugiere que la expansión de la cobertura de los seguros públicos sirve tanto a los pacientes como a los gobiernos. Los pacientes crónicos se benefician de los menores costos, la seguridad y los mínimos efectos secundarios de los productos de cannabis. La asequibilidad y la facilidad de acceso son cruciales para hacer crecer la base de pacientes. Una gran proporción de pacientes simplemente no puede permitirse pagar los medicamentos de su bolsillo. En Colombia, por ejemplo, el director ejecutivo de Khiron, Álvaro Torres, señala que una fracción sustancial de los pacientes de la clínica Zerenia de la empresa tiene acceso a preparaciones magistrales gracias a la reciente inclusión del cannabis por parte del gobierno en el programa de seguro médico público (MIPRES).

Además, la cobertura pública ayuda a las empresas a aumentar su base de clientes, como se observa en la República Checa, Alemania y Colombia. De manera similar, los esfuerzos recientes en Perú indican que al menos algunos preparativos magistrales probablemente se incluirán pronto en el programa de seguro público. Se están desarrollando evaluaciones similares en Ecuador, Chile, Paraguay y Argentina, ya que numerosos productos manufacturados localmente llegan al mercado (ver tabla).

Los gobiernos de la región reconocen cada vez más el potencial impacto económico de la industria legal del cannabis. En la misma línea, los reguladores de la atención médica señalan que, al incluir medicamentos en el sistema de seguro público, podrían reducir los gastos en medicamentos formulados para el manejo de enfermedades crónicas. La evidencia de los Estados Unidos ilustra la magnitud de los ahorros potenciales, junto con los beneficios sustanciales para la salud pública (por ejemplo, reducción de los efectos secundarios y la mortalidad). En consecuencia, es oportuno que las empresas de cannabis, las asociaciones de pacientes y los proveedores de atención médica trabajen más estrechamente con los reguladores de la atención médica para racionalizar sus esfuerzos y aprovechar las oportunidades emergentes en los mercados médicos más jóvenes.

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