El cannabis en Latam: Perspectivas para 2022

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Por Esteban Rossi I., Ph.D., Analista, New Frontier Data

Por regla general, las predicciones sobre la industria del cannabis oscilan entre la creencia arraigada en el crecimiento continuo del mercado y el escepticismo ante los avances normativos. A pesar de sus limitaciones, el valor de las predicciones radica en el esfuerzo que dedicamos a hacerlas. Al anticipar el futuro, los analistas deben examinar sus supuestos y elegir el camino más probable. A continuación, New Frontier Data destaca algunos avances y retos previstos para el 2022. Nuestro resumen se basa en observaciones de líderes del sector y de datos empíricos reunidos en nuestra plataforma de inteligencia de mercados EQUIO.

La señal en medio del ruido

En 2022, New Frontier Data seguirá monitoreando los avances de la industria y documentando la evolución de los mercados maduros y emergentes. Sin embargo, en numerosas jurisdicciones los mercados legales todavía no existen formalmente, o dependen de regulaciones futuras. Podría decirse que la sobrecarga de información de la era digital hace que tanto las perspectivas bien informadas como las falsas reciban la misma atención en los medios de comunicación, especialmente en sectores nuevos como el del cannabis. Para los inversores que buscan oportunidades recomendamos centrarse en lo fundamental: encontrar buenos productos desarrollados para un mercado específico debe ser la principal preocupación. Lo ideal es que las empresas de interés estén basadas en jurisdicciones en las que se pueda hacer un seguimiento de las ventas y estudiar a los consumidores. Afortunadamente, cada vez más jurisdicciones pueden proporcionar datos adecuados para evaluar adecuadamente las oportunidades de inversión.

El año pasado, México proporcionó quizás el ejemplo más claro del ruido saturando la atención del público. Fiel a su historia reciente, el Senado mexicano volvió a posponer la discusión del proyecto de ley de uso para adultos hasta el final del periodo legislativo. A última hora, el senador Ricardo Monreal anunció que era necesario reprogramar. Fuentes no identificadas sugieren que los legisladores no se sentían cómodos con el texto, y que el gobierno estadounidense no está preparado para un mercado de cannabis legal al sur de su frontera. Por lo tanto, los legisladores mexicanos parecen no reconocer la oportunidad que ofrece la creación de un mercado regulado de uso para adulto. Los expertos de la industria tienen la esperanza de que el presidente Andrés Manuel López Obrador cambie de parecer y sepa aprovechar las ventajas estratégicas del país al mismo tiempo que aprovecha el gran mercado local.

Macrotendencias 

En 2022, seguiremos observando avances en línea con las tendencias globales bien conocidas: avances legislativos, gran apoyo público a la regulación y mercados de consumo en crecimiento.  Entre las nuevas jurisdicciones que vale la pena seguir de cerca se encuentran los mercados latinoamericanos de Panamá (Ley 242) y Argentina, y los avances europeos en Alemania, Malta, Luxemburgo y Suiza. Los reguladores de Panamá deben publicar pronto las directrices de su programa de uso médico, mientras que los consumidores y pacientes de Argentina esperan la consolidación del régimen de cultivo doméstico, el avance del programa de investigación para el uso médico y la aprobación de un proyecto de ley sobre el cáñamo.

En Europa, mientras un puñado de países pequeños tomaba medidas para regular el uso personal, un gobierno de coalición recién formado en Alemania agito la especulación en los medios de comunicación. Asimismo, en los próximos meses debemos conocer avances de los ensayos piloto para uso adulto en Suiza. En el mejor de los casos, uno de estos países pequeños conseguirá establecer un mercado de uso para adultos que impulse la industria. O como mínimo, los esfuerzos políticos que están surgiendo deberían ilustrar el camino para cambios regulatorios graduales y acordes con las particularidades de cada jurisdicción.

Paralelamente a estos hitos legislativos, los mercados de consumo seguirán expandiéndose. Es de esperar que los minoristas de ambos lados del Atlántico, junto con los operadores tradicionales curtidos en los mercados grises, cosechen los beneficios de estas macrotendencias. Debido a que las regulaciones excesivamente restrictivas en América Latina limitan el acceso a los productos de cannabis, los consumidores recurren al mercado gris para comprar tinturas, comestibles y flor de THC. En consecuencia, los proveedores locales crecieron subrepticiamente junto con el mercado legal. Independientemente de los retos que suponen para los reguladores en lugares como Canadá y Colombia, la realidad de Internet y el comercio electrónico hacen que sea efectivamente imposible prohibir los productos con alto contenido de THC.

Agencia y fricción 

Los recientes logros de la industria del cannabis se derivan de décadas de esfuerzos por parte de usuarios, que condujeron a sentencias judiciales y eventualmente a unas nuevas leyes. No obstante, el sector debe aceptar las fricciones que conllevan los cambios. En Ecuador, por ejemplo, el gobierno sigue criminalizando la posesión, lo que hace que los consumidores se enfrenten a delitos menores, a la vez que se pone a prueba el sistema legal. Por consiguiente, las asociaciones y los usuarios deben trabajar pacientemente para conseguir adeptos en el gobierno y aseguren la suficiente voluntad política. Es importante que las autoridades entiendan que regular el cultivo doméstico y eliminar los delitos menores cuesta muy poco y supone un ahorro sustancial para los presupuestos estatales. Es difícil de creer que países como Ecuador o Chile todavía no cuenten con un marco normativo que regule el cultivo doméstico y proteja a los usuarios.

En España, la industria tampoco pasa por un buen momento. El año pasado, los productores de cannabis se encontraron en desacuerdo con el gobierno. A pesar de tener una cultura amigable con el cannabis y décadas de experiencia en el cultivo, el Ministerio del Interior equiparo el cannabis con crimen organizado y lanzó un grupo de trabajo contra él. Aunque las leyes son fundamentales y algunos cultivadores Españoles claramente traspasaron los límites legales, las medidas draconianas tienen un historial problemático, y es evidente que existen enfoques alternativos. Teniendo en cuenta que la industria española del cannabis genera casi 6.000 millones de dólares ($USD) al año, parece que el mejor camino es que los representantes de la industria colaboren con el gobierno y paguen impuestos. De lo contrario, una cantidad considerable de conocimientos y riqueza se perderá innecesariamente, y volverá a manos de los malos actores.

La resistencia burocrática también se ha observado en otros lugares. En Colombia, los reguladores aún no han publicado la reglamentación para la exportación de flor, aunque el Decreto 811 que lo ordena se firmó en julio de 2020. Al parecer una compañía cercana al gobierno sigue intercediendo de forma privada para retrasar la exportación de flor y así minimizar la competencia. Mientras tanto, en Estados Unidos, las perspectivas para reducir la carga fiscal de las empresas de cannabis se estancaron en el Congreso. Los pacientes chilenos, por su parte, continúan luchando para asegurar el acceso a formulaciones genéricas, aunque parece que la nueva administración del presidente electo Gabriel Boric apoyará la reforma de la ley de drogas. Por último, en México, las organizaciones de la sociedad civil hicieron un seguimiento de los cambios propuestos en el proyecto de ley de uso para adultos, y desempeñaron un papel vital informando al público.

La visión, las agallas y la persistencia de las asociaciones cannábicas continúa inspirando movimientos de cambio y avances regulatorios en numerosos países. Si bien a corto plazo parece que las soluciones puntuales y graduales son las más populares políticamente, se espera que el interés público y el compromiso de la ciudadanía impulse la evolución del mercado mundial en 2022. El futuro de la industria del cannabis está en manos de los ciudadanos.

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