El liderazgo de los autocultivadores en la industria del Cannabis

latam grow cannabis spanish

Por Esteban Rossi I., Ph.D., Analista, New Frontier Data

Durante varias décadas, una comunidad privada de cultivadores con ideas afines cultivó cannabis en sus hogares o patios, asumiendo riesgos legales para garantizar que las semillas y los productos de cannabis permanecieran disponibles para usuarios adultos y pacientes. Con el tiempo, la comunidad de cultivadores domésticos evolucionó para convertirse en una tribu urbana y una red de usuarios que impulsa la legislación, defiende los derechos legales de los usuarios y desarrolla nuevas cepas y variedades, algunas de las cuales circulan de forma global.

Victorias y desafíos legales

En los últimos años, numerosas jurisdicciones incluyendo Uruguay, Colombia y Argentina, regularon el autocultivo de cannabis. En pocas palabras, el estatus legal de la comunidad de cultivadores domésticos depende de dos conceptos: el reconocimiento de que el autocultivo no debe interpretarse como tráfico de drogas y la definición del uso personal. En todo el mundo, los tribunales reconocieron repetidamente los derechos de las personas a cultivar en casa y, por lo tanto, ordenaron al poder legislativo que lo regulara. En consecuencia, en esos tres países (junto con los 19 estados de EE. UU. Junto con Washington, D.C.), Los usuarios pueden cultivar un número específico de plantas y portar una cantidad definida de flor.

Mientras que los usuarios en Uruguay pueden cultivar hasta seis plantas y pueden transportar hasta 40 gramos para uso personal, Colombia permite a los usuarios cultivar hasta 20 plantas y transportar hasta 20 gramos, lo que se conoce localmente como la dosis mínima.

Sin embargo, los desafíos legales persisten. En algunas jurisdicciones como Ecuador, el cultivo casero para uso personal no está prohibido, pero no existen pautas claras que protejan a los usuarios. Tal ambigüedad legal deja a los cultivadores domésticos y consumidores en posiciones difíciles. En ausencia de directrices precisas, las fuerzas del orden tienen autoridad discrecional sobre los usuarios.

Las asociaciones ecuatorianas señalan que estas áreas grises en la regulación crean grandes incentivos para la corrupción, ya que los usuarios pueden verse obligados a pagar a las autoridades locales por su tolerancia o enfrentar batallas legales potencialmente largas y costosas. Mientras tanto, la falta de reglamentación precisa obliga a los usuarios y a sus familias a correr riesgos cultivando en casa o los lleva al mercado gris.

En Chile, aunque las leyes permiten el cultivo doméstico, los usuarios también enfrentan problemas legales. Recientemente, Rodrigo Barraza se convirtió en una causa célebre a través de una tragedia pública y una vergüenza política para el gobierno. La policía local detuvo a Barraza por cultivo doméstico, aunque el producto estaba destinado a su hijo, que padecía autismo y tenía prescripción médica. Después de enfrentar 10 meses de arresto domiciliario, Barraza fue absuelto por unanimidad, mientras que el caso atrajo considerable atención de los medios de comunicación en toda la región.Los defensores del cannabis en Chile afirman que casi 100 personas aún enfrentan procesos legales similares. El estatus legal de los cultivadores domésticos sigue siendo un tema polémico en Brasil, Ecuador, Chile y Paraguay, aunque numerosas iniciativas legislativas buscan cambiar la dinámica en el futuro cercano.

El papel de los autocultivadores

Los consumidores de cannabis han plantado y comercializado semillas desde el comienzo de la era de la prohibición hace cinco décadas. Los intercambios de semillas entre Afganistán, España, California, México y Colombia llevaron al desarrollo de numerosas cepas (incluidos fenotipos y propiedades muy distintas). Posteriormente, de manera silenciosa y empírica, los criadores desarrollaron con éxito cepas con los distintos quimiotipos (es decir, perfiles de cannabinoides) actualmente disponibles en el mercado internacional. En otras palabras, durante las últimas décadas, una comunidad dispersa de cultivadores domésticos asumió riesgos para garantizar que la diversidad genética del cannabis se mantuviera y se expandiera.

Actualmente las cepas se caracterizan usando marcadores genéticos y cromatografía. Las investigaciones recientes indican que el sistema de clasificación tradicional (es decir, morfológico) que separa las indicas and sativas no se corresponde con los perfiles químicos. Sin embargo, los trabajos científicos liderados por Anna Schwabe y Ryan Lynch indican que al menos algunas cepas exhiben estabilidad genética y características químicas bien definidas. A medida que avanza la investigación molecular, la comprensión de la biosíntesis de cannabinoides también mejorará drásticamente. 

Oportunidades de negocio

En América Latina como en los Estados Unidos, docenas de aplicaciones móviles (apps) y plataformas tecnológicas sirven a los cultivadores domésticos para organizar sus tareas agronómicas, monitorear cultivos, calificar sus plantas y clones y desarrollar nuevas cepas. Ejemplos interesantes incluyen budbuds.us (desarrollado en Brasil), así como releafapp, GrowBuddy y Canix, entre otros. Las aplicaciones permiten a los usuarios registrar no solo las características de la planta, sino también los síntomas, usos y efectos. A medida que las plataformas y sus bases de datos crezcan, previsiblemente generarán información valiosa para fines comerciales y de investigación.

Estas aplicaciones también se utilizan en copas de cannabis, donde los cultivadores evalúan sus cepas ante un panel de usuarios expertos. Algunos de estos eventos, como la Copa Farallones, se llevan a cabo regularmente en Uruguay, Brasil y Colombia. Además, el modelo de negocio más probado en la industria del cannabis consiste en cultivar y vender flor seca para usos médicos. La flor de alta calidad se vende bien en clubes y dispensarios. Cifras de Uruguay, Florida y España demuestran que este modelo de negocio es fácil de monitorear y rentable. En conclusión, es probable que la silenciosa y persistente comunidad de cultivadores domésticos continúe impulsando la legislación y creando nuevas oportunidades para los emprendedores.

* New Frontier Data es un repositorio de datos independiente y objetivo y no tiene intereses financieros en ninguna de las empresas mencionadas anteriormente. La información proporcionada aquí no debe tomarse como un respaldo comercial de ningún tipo.

Top