La Industria del Cáñamo en Latin America: logros y dificultades

Por Esteban Rossi I., Colaborador especial de New Frontier Data

El cultivo del Cáñamo ofrece oportunidades para empresas interesadas en la producción de flor, semilla y fibra. Para 2020, Uruguay y Colombia, establecieron las bases para el establecimiento de la cadena productiva del Cáñamo luego de superar algunas dificultades. Los problemas agronómicos junto con obstáculos regulatorios causaron problemas. Sin embargo, la industria está comenzando a mostrar resultados. A continuación resumimos los avances recientes en la región.

Latinoamérica se encuentra bien posicionada para producir Cáñamo. La región posee terrenos extensos a precios razonables y considerable experiencia en agricultura industrial. Los ejemplos más sobresalientes incluyen azúcar, soya, aceite de palma  y carne de res. Sin embargo, diversos factores han retrasado el crecimiento de la industria.

Figura 1. Usos y aplicaciónes del Cañamo en diferentes sectores. 

Algunos dolores de crecimiento y retrasos se debieron al lento progreso del marco regulatorio. Mientras que tanto los inversionistas como las agencias reguladoras se enfocaron en el cannabis medicinal, la reglamentación de la producción de Cáñamo recibió menos atención. Observamos este proceso en la implementación de la ley 19.72 en Uruguay y también en el decreto 613 de 2017 en Colombia.

Posteriormente, la disponibilidad de variedades y semillas adaptadas al trópico se convirtió en un cuello de botella. Debido a que la mayoría de los cultivares disponibles fueron desarrollados en la zona templada, se requiere desarrollar nuevos cultivares adaptados a las características del trópico. Por esta razón, numerosas empresas se han enfocado en el fitomejoramiento y la producción de semillas. Esperamos que una vez se resuelvan las dificultades de la producción el cultivo del Cáñamo aumente rápidamente.

Revisemos algunos de los principales logros de la industria del Cáñamo en la región.

El pasado Agosto, la empresa Cañamo Industrial de Colombia, con el apoyo del instituto Colombiano para la agricultura (ICA) importo de semillas de Europa oriental y desarrollaron una metodología para la realización de las pruebas de evaluación agronómica (PEAS) de Cáñamo. Estos avances, sumados a los esfuerzos de algunas empresas, indican que para el final del año contaremos con las primeras variedades de Cáñamo en el registro nacional de cultivares. Así, los primeros lotes de semillas probablemente estarán disponibles para el segundo semetre 2021.

Las empresas uruguayas también alcanzaron hitos importantes en 2020. Primero, el gobierno facilitó algunos de los requerimientos para la exportación de flor seca de CBD permitiendo que los productores vendieran y despacharan las cosechas almacenadas durante 2018 y 2019 (Decreto 305, Agosto 2020). Asimismo, el ministerio de agricultura y la rama ejecutiva vienen promoviendo los productos Uruguayos en mercados internacionales buscando posicionar al país como el principal exportador de flor de Cáñamo y extractos de CBD.

El gobierno de Paraguay también viene impulsando la industria del Cáñamo. Recientemente se declaró el cultivo como una prioridad estratégica, facilitando la importación de semillas para pruebas y avanzando en el desarrollo de la reglamentación (Decreto 2527 de 2019). Asimismo, el gobierno incentivó a los pequeños agricultores a cultivar Cáñamo en lotes de hasta dos hectáreas para el mercado nacional. Las cifras del Ministerio de Agricultura indican que 25.000 familias, ubicadas en los departamentos de Concepción, San Pedro, Paraguarí y Central, se podrían beneficiar de este cultivo. Estos esfuerzos fueron bien recibidos por la opinión pública porque se espera que el Cáñamo fortalezca la economía local.

En resumen, los avances legislativos en otros países ilustran el creciente interés regional en el Cáñamo industrial. Probablemente, Brasil y México comenzarán a regular esta industria en 2021. México permite la importación de grano pero no ha regulado el cultivo. Aparentemente, diferentes agendas políticas y económicas han retrasado el proceso regulatorio. Mientras tanto, en Brasil el congreso está comenzando a discutir un proyecto de ley sobre el Cáñamo.

Para 2021, las empresas dedicadas al Cáñamo se deben preparar para agilizar sus operaciones y recuperar el tiempo perdido en 2020. Probablemente los retrasos del 2020 servirán para actualizar los planes de negocio, fortalecer los procesos agronómicos y ampliar las redes comerciales.

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